La alimentación en Lápices
La alimentación es uno de los aspectos básicos de la vida y es fundamental en las primeras etapas del desarrollo infantil. Una buena alimentación favorece el crecimiento y desarrollo de las capacidades cognitivas y motoras del niño, facilitando la memorización, el razonar, la claridad del pensar, así como el dominio motor del cuerpo, la boca y las manos, en todas las complejas acciones que requiere el hecho de alimentarse. Con el mero acto de tragar por ejemplo, el niño ejercita los músculos de la boca y la garganta, importante también para el desarrollo del habla. Pero no solo es importante ingerir alimentos. También es necesario saber qué es aconsejable tomar, en qué cantidades, cómo comportarse en el momento de comer, etc.
La escuela infantil, junto con el ámbito familiar, es uno de los primeros lugares en el que los niños tienen su primer contacto con la comida. Este entorno contribuye a su desarrollo y socialización, ya que le permite una relación con los que están a su alrededor y en la misma organización. Además, el tiempo de comedor fomenta una serie de hábitos de autonomía, de higiene y de alimentación saludable que le van a permitir disfrutar y aprender a comer de forma adecuada.
Por eso en Lápices llevamos trabajando durante muchos años para que el proceso de comer sea un proceso completo. Gracias a nuestro programa de comedor, nuestros alumnos no solo aprenden a comer solos o a comer todas las verduras. En Lápices aprendemos a estar con nuestros compañeros, ayudamos a poner la mesa, a asearnos antes y después de comer.
¿Por qué funciona?
Porque la forma de trabajar el comedor es lúdica, activa y familiar y esto permite a los niños aprender unos hábitos adecuados y saludables a la hora de comer.
- Es lúdica porque la forma de trabajar con ellos es a través del juego, en momentos puntuales de clase y utilizando mucho el juego simbólico (vamos a jugar a dar de comer). Estas experiencias harán que se interioricen mejor los aprendizajes adquiridos sin que ellos sean conscientes realmente de lo que están haciendo.
- Es activa porque participan plenamente en el proceso. Ese proceso puede tener lugar en cualquier momento del día: como una actividad planificada, antes de entrar a comer, a través de una canción y en el mismo momento de comer.
- Pero sobretodo es natural porque seguimos el proceso madurativo del niño sin forzarlo, respetando cada momento y ayudando a que vaya adquiriendo logros poco a poco.
De esta forma, los niños aprenden nuevos hábitos, mejoran aquellos que no controlan y consolidan los que ya han adquirido.