Mi hijo es demasiado pequeño para una excursión.
Ya falta poco para que realicemos nuestra primera excursión. Y en está ocasión será al teatro. Muchos de vosotros os preguntaréis “¿Por qué hacer una salida?”, “Mi hijo es muy pequeño, no se va a enterar de nada”. Desde aquí queremos dar respuesta a estas y otra preguntas similares que os podáis plantear. Las salidas en educación infantil suponen una experiencia educativa única, ya que se realiza en grupo e implica salir del centro escolar. Uno de los objetivos del curriculum de Educación Infantil es observar y explorar su entorno natural y social, acercarse a la naturaleza, participar en manifestaciones culturales. Y una forma de potenciar todos estos aprendizajes son las salidas. Con 0las salidas se desarrollan un conjunto de actividades que permiten enlazar la escuela con el medio, que permite un contacto directo con el mundo exterior.
Las salidas delcentro atienden a unos fines y objetivos previamente marcados
Cuando se planifica una salida, se organiza siempre en torno a un plan de trabajo reflexionado, que atiende a unos fines y objetivos previamente marcados. La elección de las salidas no está hecha al azar, responde a una fundamentación teórica meditada. Una experiencia de salida va a favorecer el desarrollo del pensamiento ya que supone: ‒ recibir información‒ contacto directo con la realidad‒ investigación (manipulación y actuación sobre el medio). Las salidas también favorecen el proceso de socialización. En primer lugar porque son una experiencia en grupo, ya sea reducido o amplio. Y supone conocer y moverse por otros espacios que no son sólo el aula. Partiendo de este planteamiento el niño en cualquier salida está motivado como mínimo a hablar con los otros, observar otros espacios y lo que hacen los demás en ellos. Pero si vamos más allá una salida puede proporcionar mucho más en este proceso: ‒ Favorecer actitudes de cooperación (ayudar a llevar los materiales entre todos; ayudar a otros niños más pequeños; …) ‒ Aceptación de normas de convivencia (esperar su turno, no gritar en el autobús no pisar los asientos, estar sentado en el teatro en silencio, no tirar papeles o restos de comida al suelo,…) ‒ Actitudes de respeto y defensa de la naturaleza (no cortar flores, no pisar jardines, proteger a los animales, no ensuciar el campo con basuras,…) Las salidas tienen carácter lúdico.
Las salidas se trabajan antes, durante y después
El salir, el cambiar, el hacer algo diferente produce sentimientos de alegría e interés. Ellos juegan cuando van en el autobús, observan los camiones que pasan y también cuando observan, imitan, 0, discuten, relacionan, comparan, se expresan, etc. Pero no sólo es importante ni sólo se juega durante el período de las salidas, los períodos preparatorios y posteriores a ellos proporcionan multitud de situaciones y experiencias igualmente motivantes y con carácter de juego aprovechables para el desarrollo progresivo de las finalidades educativas propuestas. Preparar una salida no significa solamente buscar el sitio a donde ir y cómo vamos a ir, sino que implica trabajar eso que vamos a ver o a hacer previamente en el aula. Por ejemplo, antes de ir al teatro, desde el aula se realizarán actividades para preparar a los niños, se les explicará lo que vamos a ver, de qué trata, cómo vamos a ir, cómo debemos comportarnos…. Y cuando volvamos, los días siguientes hablaremos sobre la experiencia que hemos vivido, cómo lo hemos pasado, si les ha gustado… Después de esta explicación, os animamos a que dejéis que vuestros hijos vengan a todas las salidas que programemos y así puedan desarrollar todos los beneficios que éstas les aportan. ¿Estáis preparados?, ¡¡Pues vamos!!. Es hora de que nuestros niños salgan y disfruten de esta aventura.