Cocina propia versus catering
Nos acercamos a la cocina de Lápices. Damos un vistazo desde la puerta (prefieren que no entremos), es zona de paso restringido. Extreman las medidas de higiene. Nadia, una de las cocineras, espera cerca de la paella donde se cuece la pasta de la fideuá. Toñi tiene el puré de verduras y pescado, para los más pequeños, casi a punto. Laura, coordinadora de cocina, supervisa que todo esté en perfectas condiciones. En la pared de esta sala de máquinas cuelga un cartel con el menú para cada día. Todos han sido planificados, previamente, teniendo en cuenta las directrices del nutricionista y pediatra. Es la instántanea de un día cualquiera en la cocina de Lápices. Se estudiaron, se valoraron todas las opciones para el servicio de comedor. Y el resultado fue cocina propia frente a catering externo. ¿Mejor una que otra? Para Lápices sí. Se quería controlar todo el proceso. La planificación de los menús, la compra de ingredientes, el proceso de elaboración, el reparto de las cantidades. Todo. Platos sencillos, nada de sofisticación, pero variados. Comidas como las de la abuela.
José Manuel Ávila de la Fundación Española de Nutrición decía en un artículo en relación a los comidas de los pequeños en colegios «…La comida ( en elcatering) es menos variada, sobre todo en cuanto a técnicas culinarias —no hay plancha, ni texturas crujientes—. Es más monótona, todo sabe y huele más o menos igual, se pierde placer. Si desde pequeños no nos acostumbran a colores, sabores y olores distintos, de mayores no los demandaremos». Es una de las ventajas de cocinar cada día en tus propias instalaciones. Para Lápices, sin desmerecer otras opciones, elaborar los platos era la mejor opción y suscitaba menos dudas, aunque más trabajo.
La alimentación es una cuestión de educación
La experiencia les ha demostrado que la decisión tomada, hace ahora 10 años, ha sido la correcta. Cuando los padres hacen la visita para elegir centro, la alimentación es uno de los temas que les preocupan. ¿Qué van a comer? ¿Cómo? Es lógico. Porque la alimentación en niños tan pequeños, sobre todo en educación infantil, guarda una relación directa con el crecimiento de los niñas y las niñas.
Asumir la responsabilidad de tener tu propia cocina, desde donde salen los platos para alimentar a más de 300 niños. Es una gesta difícil y laboriosa. Porque no se trata sólo de alimentar a un niño, en pleno proceso de desarrollo y crecimiento, cinco días a la semana. Ni de asumir la responsabilidad de darle la comida principal del día. Se trata, además, de educarle en una alimentación saludable. En establecer la base de unos hábitos alimentarios que van a determinar sus rutinas y actitudes como adultos. Y eso sólo se consigue a edades tempranas.